El sacha inchi, el primo bronceado y más cool de la chía, llega desde Perú, y soñadores en las selvas colombianas le tienden la alfombra verde.
El sacha inchi pasa de rareza selvática a estrella del bienestar: productores valientes extraen su aceite dorado, los nutricionistas enloquecen y el INVIMA le da el sello oficial.
Tras el acuerdo de paz, el sacha inchi reemplaza cultivos ilícitos con el respaldo de organizaciones globales, rebosante de esperanza (y de proteína).
El sacha inchi sube de nivel, los agricultores se unen, las exportaciones despegan y Colombia sale al mundo diciendo: “Prepárense, traemos lo bueno.”
TrulyNuts toma forma y se prepara para llevar el sacha inchi al escenario global: nutrición vegetal, sabor auténtico y propósito sostenible desde Colombia para el mundo.
Nos unimos con agricultores colombianos, lanzamos productos potentes para fanáticos del bienestar y aterrizamos en Stanford, Harvard y MIT. ¿Ivy League? Mejor dicho: Nuts League.
Estamos escalando, conquistando el mundo y persiguiendo esos brillantes sellos orgánicos y de sostenibilidad — porque esto no es solo hora de snack, es una crujiente toma del planeta.